El estrecho margen de Plá a horas del 8M
La polémica por las palabras del Presidente respecto a la violencia machista complejizó la situación de la ministra UDI, que ha debido enfrentar la oposición del movimiento feminista luego del 18-O.
- T+
- T-
Primer acto: la explosión del movimiento feminista de mayo de 2018, con masivas manifestaciones lideradas por las universitarias en contra de la violencia machista y en demanda por una educación no sexista. La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá (UDI), jugó hace dos años un papel crucial en la decisión de La Moneda de subirse a tiempo al tema y enfrentarlo con una agenda que contemplaba 11 proyectos (desde el monitoreo telemático para los agresores, pasando por el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia hasta el de Sala Cuna Universal).
¿El resultado? La ministra, que hasta mayo de 2018 peleaba la primera posición en las encuestas, pasó a liderar con claridad la evaluación de los ministros en Cadem entre agosto de ese mismo año y septiembre de 2019, completando 14 meses como la estrella del gabinete ante la opinión pública. Esto, pese a la evidente animadversión inicial que provocó su nombramiento en sectores de la oposición.
Segundo acto: el estallido del 18 de octubre. Como sucedió con el resto del gabinete, la ministra no se salvó: si bien sigue estando en los lugares de avanzada, su popularidad se derrumbó 22 puntos.
Resulta evidente que su problema político actualmente no pasa por haber caído en las encuestas como sus compañeros de gabinete (y su jefe, el presidente Sebastián Piñera, en especial). Su conflicto particular se da en cuanto a ministra de la Mujer de un Gobierno que desde hace cinco meses no tiene prácticamente ninguna sintonía con una buena parte del movimiento feminista, que ha jugado un papel protagónico en las movilizaciones. Entre las mujeres que saldrán a marchar el domingo se repite: las revueltas de octubre tienen el antecedente inmediato de la masiva marcha por el 8M del 2019 (donde participaron entre 300.000 y 500.000 personas, según quien contabilice). El feminismo, explican, se encuentra en todas las organizaciones –de estudiantes, de trabajadores o en los cientos de colectivos que se han formado en todo Chile– que en la mayoría de las ocasiones prescinden de la institucionalidad tradicional, como los propios partidos.
A Plá no le perdonan sus declaraciones en el marco del cambio de gabinete del 28 de octubre. Al ser consultada por denuncias por abusos policiales contra mujeres, la ministra indicó: "Nosotros, hasta ahora, no hemos recibido denuncias de esa naturaleza y si las hubiera, en el marco de lo que está ocurriendo, corresponde que sean otras organizaciones las que asuman, porque necesitamos que sean organizaciones que garanticen autonomía". Aunque luego se intentó aclarar que se había referido solamente a casos en los centros dependientes del Ministerio de la Mujer, fue demasido tarde para detener las críticas y el rechazo.
Han sido meses duros para la ministra. Plá, por ejemplo, ha sido funada mientras daba entrevistas al aire en una radio. El remate vino esta semana, con la interpelación que tuvo que enfrentar en la Cámara de Diputados: al margen del efecto concreto que pueda tener sobre su imagen el haber sido sometida a un mecanismo de fiscalización que parece haber perdido todo efecto a partir del exceso de interpelaciones impulsadas el último tiempo por la oposición, políticamente hablando quedó notificada de su interdicción ante las bancadas feministas de la izquierda.
Como si lo anterior no fuera suficiente, las declaraciones del Presidente no la han ayudado, precisamente. El lunes se promulgaba la Ley Gabriela, una importante normativa que considerará femicidio a todo asesinato de una mujer por razón de género. Lo que podría haber sido un empujón para Plá en un momento complicado a pocos días del 8M, se transformó nuevamente en un incendio: debutó esta semana dando explicaciones por la confusa frase emitida por el Presidente: "A veces, no es solamente la voluntad de los hombres de abusar, sino que también la posición de las mujeres de ser abusadas", indicó el mandatario en en la actividad de promulgación de la ley, con Plá a su lado. Un día después de este episodio, mujeres en Valparaíso quemaron una imagen de la ministra en señal de repudio.
El desafío de Plá es mayor y su futuro incierto. Existen diferentes elementos que permitirían concluir que puede seguir en la batalla política desde el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género:
1) Es cercana al presidente Piñera y, junto a Gonzalo Blumel, son los dos exponentes del comando de Apoquindo 3000 que siguen en la primera línea del gabinete.
2) Su imagen sufrió un desgaste, pero sigue estando entre las mejor evaluadas.
3) Bien se sabe en el mundo político que la ministra Plá ha debido enfrentar la resistencia de sectores conservadores de su propio conglomerado para sacar adelante una agenda que, hasta octubre de 2018, tenía buena aceptación entre la ciudadanía.
A horas del 8M, cuando se espera una marcha multitudinaria de mujeres, la ministra parece estar consciente de que enfrenta una resistencia dura. Pero si la razón para una eventual renuncia o un cambio de cartera pasa solo por la aprobación ciudadana, son varios los compañeros de gabinete que debieran partir antes. La clave, de quedarse, pasaría por la capacidad que tengan ella y La Moneda de volver a levantar la agenda de proyectos pro-mujer, aunque las demandas excedan la línea de esta administración. Recuperar –si es que acaso fuese posible para alguien dentro de la clase política– la legitimidad y buena evaluación que tenía hace cinco meses.